martes, 10 de julio de 2012

Más luto en el periodismo deportivo mexicano


El otro lado del balón
Réquiem al creador del Torneo de los Barrios:
RAUL SANCHEZ HIDALGO


Por Enrique Ballesteros

... Imaginen la vida que se cuenta luego de 80 y tantos años. Sus gratas vivencias, sus íntimas tragedias, y su memoria que abarca la plenitud de haberse dedicado a preguntar, a describir, a relatar. A este hombre, la curiosidad y el deseo por descubrir lo hicieron periodista.

Raúl Sánchez Hidalgo nació el 8 de enero de 1928 en Apizaco, Tlaxcala, tierra de ciclistas. Pedaleó a toda velocidad sus propias rutas. La del periodismo la inició en 1951. Fue Discípulo de Fray Nano, en La Afición, y labró su propio estilo. Maestro de la síntesis, logró dominar el género de la crónica e hizo suya una columna en El Heraldo de México. En ese diario fue director de deportes durante 30 años. Por eso el olor de la tinta, el sonido de las teclas y el esténtor de las rotativas acabaron siendo su música inspiracional.

Junto a Teodoro Cano, fue el creador del gran Torneo de los Barrios (1973), un gigantesco evento en el que competían equipos de las 16 delegaciones de la Ciudad de México y lograba registrar a 30 mil futbolistas llaneros que convocaban a más de medio millón de aficionados que le daban color a tan folclórico intercambio deportivo y cultural. También fue un firme promotor del futbol femenil. Estuvo en el comité organizador de aquel mundial para damas, celebrado en México en 1971. Tiempo después, ocupó la jefatura de prensa del mundial México 1986.

Al mismo tiempo, el periodista formó su familia al lado de María de Jesús Vega. Tuvo tres hijos: María Leticia, Hugo Alberto y Raúl René, este último, poseedor del gen del reportero que le siguió sus pasos, con una escala en el futbol profesional. De los cinco continentes, sólo le faltó conocer África. Cubrió todas las Copas del Mundo desde 1970 hasta el 2002. Cada cobertura fue un recuerdo invaluable para él.

Hace no mucho tiempo dejó de escribir, pero siguió observando y buscando sintetizar su propia vida que este 8 de julio de 2012 llegó al final. Su familia, el deporte, en especial el futbol, seguirán siendo noticias de ocho columnas en el fenomenal diario que seguirá armando, todos los días, en su prodigiosa mente y en donde ahora se encuentre asignado.

Imaginen la vida que se cuenta luego de 80 y tantos años. Sus gratas vivencias, sus íntimas tragedias, y su memoria que abarca la plenitud de haberse dedicado a preguntar, a describir, a relatar. A este hombre, la curiosidad y el deseo por descubrir lo hicieron periodista.

Raúl Sánchez Hidalgo nació el 8 de enero de 1928 en Apizaco, Tlaxcala, tierra de ciclistas. Pedaleó a toda velocidad sus propias rutas. La del periodismo la inició en 1951. Fue Discípulo de Fray Nano, en La Afición, y labró su propio estilo. Maestro de la síntesis, logró dominar el género de la crónica e hizo suya una columna en El Heraldo de México. En ese diario fue director de deportes durante 30 años. Por eso el olor de la tinta, el sonido de las teclas y el esténtor de las rotativas acabaron siendo su música inspiracional.

Junto a Teodoro Cano, fue el creador del gran Torneo de los Barrios (1973), un gigantesco evento en el que competían equipos de las 16 delegaciones de la Ciudad de México y lograba registrar a 30 mil futbolistas llaneros que convocaban a más de medio millón de aficionados que le daban color a tan folclórico intercambio deportivo y cultural. También fue un firme promotor del futbol femenil. Estuvo en el comité organizador de aquel mundial para damas, celebrado en México en 1971. Tiempo después, ocupó la jefatura de prensa del mundial México 1986.

Al mismo tiempo, el periodista formó su familia al lado de María de Jesús Vega. Tuvo tres hijos: María Leticia, Hugo Alberto y Raúl René, este último, poseedor del gen del reportero que le siguió sus pasos, con una escala en el futbol profesional. De los cinco continentes, sólo le faltó conocer África. Cubrió todas las Copas del Mundo desde 1970 hasta el 2002. Cada cobertura fue un recuerdo invaluable para él.

Hace no mucho tiempo dejó de escribir, pero siguió observando y buscando sintetizar su propia vida que este 8 de julio de 2012 llegó al final. Su familia, el deporte, en especial el futbol, seguirán siendo noticias de ocho columnas en el fenomenal diario que seguirá armando, todos los días, en su prodigiosa mente y en donde ahora se encuentre asignado.

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